El veneno de los alacranes es una neurotoxina constituida por una mezcla de sustancias entre las cuales se encuentran ciertas proteínas conocidas como péptidos tóxicos. Hay tres tipos de estos péptidos que atacan principalmente los sistemas nerviosos y musculares de los organismos vivos. Cuando un alacrán pica a una persona, ésta, experimenta estornudos, sudoraciones, la sensación de tener pelos en la garganta, asfixia, lagrimeo, cosquilleo en la nariz, aceleración del ritmo cardíaco; también puede experimentar diarrea, coma, paro cardiaco e incluso la muerte. Las dos primeras horas después de la picadura son las más importantes. Si se observan más de dos síntomas se debe de llevar al paciente al hospital más cercano para que le apliquen el único medicamento que puede salvarlo: el suero antialacrán, y un antialérgico. Casi el 100 % de las muertes producidas por la picadura de alacrán se presentan en niños menores de dos años. Si se trata de un adulto, hay que dejarlo en reposo, lejos del sol y aplicarle hielo junto al lugar del piquete. No se le deben aplicar torniquetes pero si se puede succionar el veneno inmediatamente después de la picadura.
¿Funcionan los medicamentos que anuncian en Internet para solucionar los ataques de pánico?
Si tu vida actual se ha convertido en un infierno a causa de estos ataques, lo mejor es que consultes la opinión de un profesional. Esto de los medicamentos es muy delicado. A lo mejor no has encontrado a la persona adecuada para que te dé una buena medicación que te haga sentir mejor, porque si son ansiolíticos en la dosis correcta, deberías sentirte bien. De cualquier forma, Internet está plagado de anuncios que te prometen liberarte de todos tus males, pero sólo terminan quitándote dinero, por lo que te sugerimos que antes de abandonar tus terapias y medicamentos, compruebes que el método funcione correctamente para ti y, de preferencia, lo consultes con tus especialistas.
Conduce tu auto libre de estrés
Conducir en estos días se siente como si se tuviera que atravesar por una zona de guerra. Las personas son tan agresivas que tal pareciera que las calles se convierten en verdaderas ollas de presión, en las que al menor desafío se estalla. Algunas veces se llega al trabajo sintiendo como si ya se hubiera corrido un maratón, especialmente si hay una gran distancia por recorrer.
Para evitarlo, existen algunos métodos con los cuales puedes hacer que el conducir por la mañana sea una actividad libre de preocupaciones. Ante todo, evita las carreras de autos. Si sientes como la adrenalina invade tu cuerpo cada vez que te topas con una luz roja y puedes percibir como tu pie se desespera por pisar el acelerador, si es común en ti que el parachoques de tu auto se posicione siempre muy cerca del vehículo que está delante tuyo, es hora de cambiar este comportamiento.
El constante bombeo de adrenalina provoca que tu cuerpo genere sustancias dañinas a largo plazo al tener que manejar el estrés constante. Y es que el auto no es una maquina del tiempo. Cuantos de nosotros no tomamos el tiempo adecuado para llegar a un lugar, pensando que como podemos conducir hasta ahí, podemos llegar a tiempo si aceleramos lo suficiente. Y es que no podemos predecir el clima o la cantidad de tráfico con el que nos enfrentaremos. Deja de ver tu auto como una máquina del tiempo y programa con anticipación el trayecto que realizarás. Si le das mas tiempo del necesario, de forma realista, te sentirás más relajado durante el viaje. Y por favor… no juegues a los carros chocones. Debes dejar siempre una distancia considerable entre el auto que está frente a ti y tu propio vehículo.
Esta es una de las primeras reglas que se aprenden al conducir y es una de las que menos se respeta. Una de las mayores causas de accidentes se ocasiona por no tener el tiempo y la distancia suficientes para frenar en caso de que el que va delante lo haga repentinamente. Y como el que pega paga, lo más probable es que te adjudicarán a ti la responsabilidad. Porque el conducir requiere toda tu atención. Siempre digo que la multitarea humana no es posible, y menos en los hombres. Por eso al conducir no deberás atender las llamadas de tu teléfono móvil.
Tus reacciones no solo se verán afectadas, sino que además el hecho de escuchar que ha entrado una llamada te provoca ansiedad de inmediato. ¡Ah!, y no te olvides de perdonar a los estúpidos. Sabes a que me refiero, a esas personas que van delante de ti y que no hacen señales, que acelera demasiado o que va muy lento. A todos aquellos que consideras que manejan peor que tu y que te mantienen diciendo palabrotas.
No es saludable y lo único que logras es que los que van contigo también padezcan de esa frustración. Déjalos en paz, no te escuchan y no los vas a educar con tu enojo. Lo ideal es crea una zona de paz en tu auto. Escucha música tranquila o audio libros para relajarte mientras conduces. Coloca una esencia que te tranquilice en el trayecto hacia tu destino.
Mantén el auto limpio y organizado, y saca del mismo todo lo que no necesites y que te pueda distraer. Procura disponer en la guantera de lo que puedas alguna vez necesitar, como pañuelos desechables, de tal modo no tendrás en la mente que en caso de que se te derrame ese café que traes, no tendrás con que limpiarlo.
Conducir puede ser relajante en un ambiente seguro, todo depende de que lo quieras hacer.
Si juegas demasiado tiempo videojuegos ¿te vas a romper el dedo pulgar?
Aunque esto no aplica para el Nintendo Wii, jugar con las otras consolas conlleva el riesgo de padecer una herida por estrés repetitivo.
Pero al escribir nos hacemos más daño que si jugamos una hora con Halo. Al sujetar un lápiz inmovilizamos las articulaciones y disminuimos la circulación.
Para impedir que las manos pierdan movilidad, descansa y mueve la muñeca y la mano cada que puedas con movimientos rotatorios.
¿Porque movemos las manos al hablar?
Porque en realidad estamos manejando dos diferentes tipos de lenguaje. Uno de ellos es obviamente el que hablamos, o lenguaje verbal, el otro es corporal, que abarca varias expresiones, desde cierto tipo de parpadeo, fruncimiento de las cejas y expresiones faciales, hasta signos más notorios con las manos y los brazos.
Se considera que puede representar un vestigio de la comunicación empleada por nuestros antepasados que aún no disponían de un lenguaje verbal. Actualmente se pueden distinguir dos tipos: el voluntario y el involuntario, un ejemplo del primero pueden ser los movimientos manuales que desarrollan las personas sin la capacidad del habla para comunicarse, y sobre los segundos podemos ejemplificarlos con los movimientos absurdos que hacemos al querer describir el tamaño de un objeto cuando estamos hablando por teléfono. Estos ademanes tienen una clara continuidad con los empleados por los simios para comunicarse, aunque presentan cambios importantes en su significado.
¿Por qué el frío intenso insensibiliza los dedos?
Las sensaciones que experimentamos en los dedos, como en las demás partes del cuerpo, dependen de los nervios, que finalizan en la piel en un número muy crecido de pequeñísimos órganos, visibles sólo con ayuda del microscopio. La acción de los terminales de los nervios y de los órganos existentes en ellos depende en gran manera de su grado de calor, y probablemente ésta es la razón de que la temperatura sea fija en los grupos de animales más organizados, llamados homeotermos, es decir, de temperatura constante, porque no varía con la del ambiente.
Cuando los nervios se enfrían, como ocurre con frecuencia en los dedos, no reciben impresión alguna en sus extremidades, o no la transmiten en caso de que la reciban; por eso nada sentimos. Este fenómeno se aprovecha con frecuencia en cirugía, cuando es preciso hacer alguna pequeña incisión o corte en un dedo o en otra parte de la piel. Si la operación es pequeña y rápida, no merece la pena privar de conocimiento al paciente y, para evitarle el dolor, se recurre a la anestesia local por medio del frío en el lugar donde se haya de operar.
El éxito de los diversos procedimientos que hoy se usan con este fin depende, probablemente, no sólo del efecto que producen directamente en el nervio sino de que rebajan también la temperatura del trozo de piel sobre el cual se aplican suprimiendo así la facultad que poseen los nervios de transmitir al cerebro la sensación conocida con el nombre de dolor.
Toma una siesta para mejorar tu rendimiento
Cuando era estudiante foráneo en la universidad, tomaba algunas clases por la mañana y otras en la tarde. A medio día me sentía cansado y somnoliento, pero no podía volver a casa, ya que el viaje de ida y vuelta me tomaba al menos dos horas, y no disponía de ese tiempo entre los bloques de clases para descansar en mi hogar. Así que optaba por buscar un lugar tranquilo como la biblioteca y tomar una pequeña siesta reparadora.
Una buena siesta puede hacer que estés más alerta, reduce el estrés y mejorar el funcionamiento cognitivo. El sueño de medio día genera más paciencia, aumenta la capacidad de aprendizaje, mejora tu salud, mejora el tiempo de reacción, te hace más eficaz y también aumenta la capacidad de tu cuerpo para construir tus músculos.Los niños lo hacen sin que nadie se los enseñe, ellos suelen tomar una siesta en la tarde para recuperar las energías; y aquellos padres que quieren que se duerman temprano procuran evitar que disfruten este sueño reparador.
Por otra parte, los adultos nos saltamos la siesta ya sea por cultura o por falta de tiempo y al hacerlo, más bien al no hacerlo, experimentan la disminución de su rendimiento y una somnolencia en la tarde, cerca de las 8 horas después de despertar. El sueño común se compone de cinco etapas que se repiten a lo largo de la noche. Una siesta sólo atraviesa por dos de estas. En la etapa inicial nos disminuye la actividad eléctrica del cerebro y la respiración se alenta. En la segunda fase es cuando el sueño se convierte en algo reparador, ya que el cuerpo se prepara para el descanso, reduce la temperatura y relaja los músculos.
Las cinco etapas completas del sueño se repiten cada 90 a 120 minutos. La primera fase puede durar hasta 10 minutos, la segunda fase hasta en 20. Una buena siesta debe ser de al menos 20 minutos a fin de darle pleno acceso a la segunda fase que es la de la restauración. El truco está en prepararse primero mentalmente para no entrar en la tercera etapa y utilizar un reloj despertador para avisarnos que debemos despertar (el teléfono móvil es ideal).
He aquí hay algunos consejos útiles a la hora de tomar la siesta:
- La primera consideración para tomar una siesta es del orden psicológico: tenemos que reconocer que no estamos siendo perezosos; las siestas te hará más productivo y te mantendrán más alerta, es mucho mejor que tomar varias tazas de café.
- Trata de dormir al medio día justo después de la comida.
Evita consumir grandes cantidades de cafeína, así como los alimentos que contienen grandes cantidades de grasa y azúcar, estos afectan seriamente tu capacidad para conciliar el sueño. - En lugar de ello, una o dos horas antes de que tomes la siesta, consume alimentos con alto contenido de calcio y proteínas, estos son promotores del sueño.
- Busca un lugar limpio, tranquilo para dormir, en donde no te interrumpan o en dónde los teléfonos no te molesten.
- Trata de tomar tu sueño en una zona obscura, o al menos colócate un antifaz negro para que tus ojos no reciban la luz e inducirles el sueño
- Recuerda que la temperatura corporal desciende cuando duermes. Eleva la temperatura de la habitación o utiliza una manta.
- Una vez que esté relajado y en posición para dormir, establecer la alarma para la duración deseada de sueño.
¿Cuánto tiempo es una buena siesta?
La nano-siesta: 10 a 20 segundos del sueño, los estudios aún no han llegado a la conclusión de si hay beneficios para estaos breves intervalos.
La micro-siesta: De dos a cinco minutos son sorprendentemente eficaces para alejar la somnolencia.
La mini-siesta: De cinco a 20 minutos te mantienen más alerta, resistente y aumenta tu capacidad de aprendizaje.
La siesta normal: En 20 minutos se obtienen los beneficios de la micro y de la mini, pero además, mejoras tus músculos y limpia tu cerebro de las ideas inútiles, además ayuda a tu memoria a recodar datos a largo plazo (hechos, eventos y nombres).
La siesta del perezoso: La siesta que dura de 50 a 90 minutos incluye casi todo lo que el sueño de las 8 horas en la noche, es ideal mejorar de la percepción, ayuda al crecimiento, permite que se reparen tus huesos y tus músculos. Pero es muy mala para la productividad laboral.
¿Sabías que…?
Algunos personajes famosos como Einstein eran promotores de la siesta. Churchill la conoció en Cuba; sus colaboradores se sorprendían de cómo él seguía tan fresco cuando los demás caían rendidos por las arduas jornadas de trabajo.
Así que ¡A dormir!
¿Por qué los estudiantes se quedan a veces «bloqueados» durante los exámenes?
Ello es debido a que todos los razonamientos y todas las informaciones útiles que se guardan en la memoria han de transferirse a los lóbulos frontales del cerebro para llevarlos a la conciencia. Es entonces cuando «lo vemos claro» y podemos aplicar esos datos a la utilización práctica que corresponda.
Pero cuando los lóbulos frontales se hallan sobrecargados por una plétora excesiva de informaciones y, además, su actividad está inhibida por la presencia de un estrés masivo (como pasa a veces en los exámenes, sobre todo si son orales), puede ocurrir que se nieguen simplemente a funcionar, y cuando se presenta esa situación, el pensar nos resulta muy difícil o incluso imposible.
¿Es posible cambiar el tono de la propia voz?
Se parte de la base de que un 30 % de las personas están descontentas con el sonido de su propia voz. Sobre todo, los sujetos que por razones profesionales hablan mucho por teléfono preferirían tener una voz más juvenil o también una entonación más agradable y armoniosa. En efecto, la voz áspera y ronca da la sensación de que su propietario es un tipo rudo y hosco; en cambio una voz demasiado aguda quizá sugiere falta de madurez en el que habla. Y cuando escuchamos una voz monótona tendemos a pensar que a nuestro interlocutor le importa un rábano lo que estamos diciendo, o lo que él mismo dice.
Se ha demostrado abundantemente que los ejercicios de impostación no sólo permiten modificar el ritmo del habla, sino además la altura del sonido, y corregir otros muchos defectos como la pronunciación nasal, el acento o coloración dialectal, etc. Quedan sin embargo muchos rasgos congénitos de la voz y del habla que casi no tienen remedio, pero en conjunto puede lograrse una mejoría bastante aceptable.
Los dioses también gustaban del buen sexo
¿Por qué son contagiosos los aplausos?
Tanto en la sala de conciertos como en el estadio de fútbol, cuando alguien del público empieza a aplaudir, los demás le imitan. Es fácil observar que los aplausos no tardan en sincronizarse. ¿A qué se debe este fenómeno? La psicología opina que los movimientos de masas siempre parten de un individuo que rápidamente consigue suscitar imitadores. Existe incluso una fórmula matemática que expresa la velocidad con que se propaga el entusiasmo de espectador en espectador. Lo más notable es que la mayoría de los aplaudidores no tienen intención de destacar, ni de hacerse notar, sino que se dejan llevar de una manera más bien anónima. Es como si estuvieran esperando una señal externa, una indicación de que ha llegado el momento de aplaudir. El que aplaude extemporáneamente no halla seguidores e incurre en un pequeño ridículo.
Recientemente, unos estudiosos norteamericanos han averiguado cómo se produce la sincronización. Parece ser que todos los humanos tenemos dos velocidades de aplauso diferentes, la rápida y la lenta. La primera varía mucho de unas personas a otras, en cambio la lenta viene a ser bastante parecida en todos. Por eso, cuando termina el concierto y todos arrancan a aplaudir con rapidez se produce un cierto alboroto; al cabo de unos momentos, todos aplauden más despacio y se establece la uniformidad. Este ritmo se mantiene un rato, hasta que una parte del público redobla de nuevo la velocidad. Después de varios ciclos se agota el entusiasmo.
¿Es verdad que se llega a gastar con la edad nuestra reserva de neuronas?
Todos los días perdemos miles de células cerebrales, algunas por decadencia natural y otras con nuestra colaboración, por ejemplo cuando tomamos alcohol en exceso. No hace tanto, se creía que el deterioro era irrecuperable. Pero unos estudios de Nueva Jersey han aportado nuevas esperanzas. Al parecer, el hipocampo (quinta circunvolución cerebral, así llamado porque su forma recuerda la del caballito de mar) genera constantemente nuevas células no específicas, pero capaces de convertirse en neuronas. Son las que hacen posible la ordenación cronológica de los acontecimientos.
Los científicos formaron dos grupos de ratas. En uno de ellos se inhibió la formación de nuevas células mediante una especie de quimioterapia. Mientras se mantenía ésta, los animales manifestaron dificultar para recordar cosas que antes habían aprendido. Y no se rehicieron hasta que los científicos les levantaron el tratamiento.
Todavía no se sabe qué aplicación van a tener estos descubrimientos en lo tocante a los humanos. En un futuro tal vez se conseguirá reparar daños cerebrales activando en el sentido que convenga las reservas «durmientes» del cerebro.