Si descubrieras que tu pareja te fue infiel, ¿acabarías con la relación, o lucharía por salvarla? Julia Cole, especialista en terapia de pareja, explica cómo afrontar esta difícil situación:
Dese tiempo para pensar.
Durante las dos primeras semanas lo embargarán muchas emociones, mas no permita que lo lleven a tomar decisiones precipitadas. Tampoco las reprima: expresarlas lo ayudará a tranquilizarse. Converse con alguien que le brinde apoyo, pero que no tome partido. Si le cuesta trabajo hablar de sus sentimientos, intente escribirlos. No se comporte como si nada hubiera pasado: sí ocurrió algo.
Acepte que hubo una pérdida.
Muchas s parejas que acuden a terapia quisieran que su relación fuera "igual que antes". Esto es imposible: les guste o no, la infidelidad cambia las cosas. Ambos deben expresar su tristeza, cada uno a solas y también juntos, y olvidarse de las expectativas que hasta entonces tenían.
Aclare lo que ocurrió.
Muchos creen que detrás de la infidelidad no se oculta otra cosa que el sexo, pero a menudo tiene otros motivos. El daño sólo se puede reparar cuando se conoce la causa subyacente. Analice con su pareja los hechos ocurridos un poco antes de que le fuera infiel. Los cambios abruptos (una muerte, quedarse sin empleo, los problemas económicos, un embarazo) son causas frecuentes, pero otras quizá se remonten a mucho tiempo atrás y obliguen a forzar la memoria.
Aprenda.
Lo que averigüe debe servirle para modificar su relación... o para las que tenga en el futuro si decide separarse. Es normal ponerse a la defensiva ante las críticas, pero la infidelidad suele deberse a dificultades en la interacción de la pareja. En todo caso, la responsabilidad del cambio es de ambos. Evite las discusiones que duran toda la noche; es mejor elegir ciertas horas del día para hablar e ir al grano. Sea honesto. Admita que la reconciliación puede tardar meses e incluso años.
Evite los celos.
El miedo y una autoestima mermada son la causa principal de los celos. Olvídese de la idea de que la vida sólo vale la pena si su pareja está con usted. La confianza se resume en esta regla: hay que dar libertad para retener.
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