Mejor tócala en dónde más le gusta

Cuando tocas a una mujer donde ella quiere, siempre sabes que volverá por más

Un hombre típico usualmente hace lo necesario para acabar en la cama de una mujer gracias a su sentido innato de la dirección, y al ánimo de ella. ¿Pero quién quiere ser típico? Un hombre excepcional sabe cuáles son los puntos débiles del cuerpo de la mujer, y sobre todo, sabe cómo tocarlos. Cuando exploras cualquier área de su cuerpo que no está a la vista, se vuelve mucho más intenso para ella porque es algo nuevo, una sensación excitante

LA NUCA
Una conexión de terminaciones nerviosas hace de esta una de las partes más sensibles en el cuerpo de una mujer. Exhala cuando estés besando la línea donde nace su cabello, esto hará que sus nervios se le paren de punta.

LA PARTE INTERNA DEL BRAZO
La piel es muy delgada en esta zona, así que el toque más leve puede hacerla patalear. Paso muy suavemente la punta de tus dedos por dentro de su antebrazo, un punto de pulso muy sensible.

ABDOMEN BAJO
Desliza la parte trasera de tu mano a través de su abdomen bajo y de los huesos de sus caderas, Se encenderá inmediatamente porque se preguntará qué sigue. También habrá una respuesta física, porque esa zona de la piel es muy sensible. Te suplicará que sigas hacia abajo.

ATRAS DEL MUSLO
Justo donde su glúteo se encuentra con la parte trasera de su muslo existe un pliegue Lleno de terminaciones nerviosas. Esta parte está suplicando que pases tu lengua por ella, así que pásala lentamente por cada línea y observa cómo se convulsiona de placer.

ESPALDA BAJA
¿Conoces esa pequeña pendiente en la base de su columna, justo arriba de su trasero? Esa parte es muy receptiva al contacto, especialmente al roce delicado. Tienes que masajear el punto con un movimiento circular muy suave. Recuerda que tu meta no es sacarle el hueso de la espalda, sino provocar una respuesta sexual.

ATRÁS DE LAS RODILLA
A nadie se le ocurre tocar esta parte, así que cuando concentras tus caricias en ella, le provocas una sensación completamente nueva. Besa o cosquillea esta zona (incluyendo la parte superior de la pantorrilla), pero asegúrate que esté recostada, a menos que estés listo para sujetarla cuando caiga rendida por el éxtasis.

[Foto: Daniel Bolo, (cc)]

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