Si tu novia se compró un vibrador enorme ¿Quiere decir que ya no le eres útil?


En realidad lo que preocupa a los hombres a la hora que ellas adquieren ese nuevo juguete es si aun siente deseos por la persona de carne y hueso. Las mujeres no se compran un gigantesco vibrador porque estén cansadas de que la pareja no le sea suficiente. De la misma manera que tus tacos para fútbol no se usan para jugar tenis, un vibrador no está diseñado para acción mete-saca; ese es trabajo para un dildo.
Así que, en lugar de sentirte amenazado, aprende a aceptarlo. Para sentirte cómodo con el aparato, comienza por pedirle que lo use mientras la observas. Una vez que entiendas dónde le gusta, acércate y úsalo en sus pezones, labios y clítoris, y haz pausas hasta que ella quede satisfecha. Entonces es tu turno; verás cómo es un complemento a su sexualidad, más que un rival para tu persona.

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