¿Puede afectar el piercing en los genitales?

Las perforaciones corporales con fines ornamentales se han convertido en una práctica popular. Sin embargo, en esta actividad están involucrados serios riesgos que afectan a cualquier zona del cuerpo donde se realicen, pero en especial las áreas más delicadas, como la lengua y los genitales.

El mayor peligro es la potencial transmisión de infecciones. Entre los microorganismos más fácilmente transmisibles por esta vía están los virus de la hepatitis B y de la inmunodeficiencia humana (VIH), así como el estreptococo y otras bacterias.

La infección puede realizarse a través de instrumental contaminado (que no se haya esterilizado de acuerdo con las normas correspondientes y que haya estado en contacto con personas enfermas). En Europa se sabe que la mitad de las perforaciones se infecta y se han registrado casos de muerte por someterse a la práctica.

En el caso de los genitales la situación es más peligrosa por la piel que los cubre: se trata de capas muy delgadas que se infectan con mayor facilidad y provocan problemas mayores de salud, en el área de la vulva o los testículos.

Otros problemas asociados son úlceras genitales, lepra, reacciones alérgicas y hasta predisposición a sufrir melanoma, una de las formas más agresivas de cáncer en la piel.

[Foto: Niko Chan, (cc)]


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