Leche materna versus leche de vaca

La leche humana se digiere mejor que la vacuna porque tiene menos proteínas y además porque coagula una menor cantidad de proteínas en el ambiente ácido del estómago. Además, la leche humana contiene una sustancia que promueve el crecimiento del Lactobacillus bifidus, una bacteria del tracto digestivo que excreta ácido láctico, el cual inhibe el crecimiento de otras bacterias perjudiciales. Además de factores de crecimiento, la leche materna puede contener anticuerpos contra numerosos patógenos como polio, salmonella, etc., que le ayudan al bebé en la transición de un útero donde la pasa fenómeno a una vida de humanito en un ambiente lleno de gérmenes.

Tomar leche también tiene sus bemoles. O, más bien, sus lactosas. La lactosa, el azúcar de la leche, es un disacárido, es decir que cada una de sus moléculas está compuesta por una unidad de glucosa y otra unidad de galactosa unidas. Para su absorción, la enzima lactasa primero debe romper al disacárido en sus unidades constituyentes. Con los bebés, todo fenómeno, pero quién iba a pensar que luego del período de amamantamiento los grandulones iban a seguir dándole a la leche. La cantidad de lactasa alcanza su nivel máximo poco después del nacimiento, y luego declina lentamente.

En algunos individuos el nivel de lactasa es tan bajo que no pueden digerir la leche. Si se consumen cantidades altas de lactosa en ausencia de lactasa, el azúcar pasa a través del intestino delgado sin ser absorbido y alcanza el colon intacto. Ahí algunas bacterias fermentan lactosa para producir dióxido de carbono, causando dolor. Además. la presencia de azúcar en el colon también puede provocar diarrea.

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