¿Por qué los hombres no se pueden contener?

Un hombre necesitaba ser capaz de tener el máximo número de orgasmos en un espacio de tiempo lo más breve posible para evitar ser cazado por depredadores o enemigos.

El considerable e impulsivo deseo sexual de los hombres tiene un objetivo claro: asegurar la continuidad de la especie humana. Al igual que la mayoría de los machos mamíferos, el hombre tuvo que dotar el sexo con algunas características esenciales para cumplir este propósito. Así, su apetito sexual tenía que ser intenso y difícilmente se distraería de sus intenciones. Este rasgo distintivo le permitía tener relaciones sexuales bajo prácticamente cualquier tipo de circunstancias, como por ejemplo, la presencia de potenciales enemigos o a la menor oportunidad que se Ie presentaba.

El hombre también tenía que diseminar su semilla lo más lejos posible. El Instituto Kinscy  Estados Unidos, líder mundial  investigación sexual humana, manifestó que si se suprimiesen los condicionantes sociales, casi todos los hombres serían promiscuos, tal y como ha sucedido en el 80 por ciento de las sociedades durante toda la existencia humana. Desde la llegada de la era de la monogamia, la necesidad biológica masculina ha supuesto una gran traba en las parejas y constituye la razón número uno de los problemas de las relaciones modernas.

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