Gran parte de los procesos biológicos van regulados por un «reloj interno», que determina a qué horas sentimos sueño por la noche o despabilamos por la mañana. No obstante, unos científicos de Lübeck han demostrado que la mente influye hasta cierto punto. El que madruga habitualmente, o el que se acuesta pensando que necesita levantarse más temprano que de costumbre por alguna cuestión importante, suelen hacerlo a la hora porque el reloj biológico se adapta. O dicho más exactamente, porque se producen una secreción de hormonas que transmiten la señal al cerebro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario