¿En qué consiste el sexo “swinger”?

Swingers

Desde hace varios siglos, el matrimonio se ha convertido en una de las instituciones más fuertes en Occidente (aunque hoy viva uno de sus peores momentos), tanto para la Iglesia corno para el Estado.

Además de los derechos que se adquieren, unirse por la ley de Dios y del hombre trae consigo varias obligaciones, entre ellas, la fidelidad. Ahora, ¿qué sucede cuando ambas partes están de acuerdo en romper ese mandamiento y relacionarse con otras personas, pero conservando la unión intacta?

El vocablo swinger proviene del verbo inglés to swing, que significa "libertad de movimiento", término bien aplicado si consideramos que los individuos que se han enrolado en esta práctica comparten su vida sexual, pese a estar casados o comprometidos. Regularmente, estos grupos los conforman parejas (los solteros también pueden participar) que se intercambian con otras —preferentemente heterosexuales—, para tener sexo en grupo o con el miembro de otra dupla; lo que no implica una orgía, pues una de las partes puede observar cómo su esposa (o) es seducida y, muchas veces, sometida y penetrada por un extraño.

Se trata de un encuentro social y sexual con alguien a quien no se le tiene aprecio, donde el objetivo principal es el sexo por diversión. Aunque no hay una fecha que precise el inicio del movimiento, se sabe que todo se detonó en Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, por un grupo de pilotos de combate que, temerosos de morir en cualquier momento, pactaron con sus esposas un código de no fidelidad. Acabado el conflicto bélico, y ya encaminados, continuaron con su nuevo modus vivendi, al grado de llegar a sectores no militares. Para la década de los sesenta ya había en los EEUU más de treinta revistas en las que se colocaban anuncios de intercambio; de igual forma, las publicaciones se dieron a la tarea de organizar las primeras fiestas swingers, divididas en dos tipos: exteriores, en donde las parejas se conocían en alguna reunión y se dirigían a los hoteles o casas para completar el acto, y las interiores, en las cuales los participantes ya contaban con instalaciones propias y alojamiento incluido.

Para 1979, y con un gran número de afiliados a los clubes permanentes en Estados Unidos, se funda la North American Swing Clubs Association (NASCA, por sus siglas en inglés), organismo que se ha dedicado, hasta la fecha, a luchar por quitar los demonios que rondan a este movimiento mediante información, conferencias, reuniones anuales y consejos a los que quieran entrar en este mundo.

Eel swinging es un estilo de vida donde no existe la inhibición sexual, donde las parejas son emocionalmente monógamas, pero se interrelacionan sexualmente con otras." Entonces, ¿cuál es el perfil de estos individuos? "Las parejas son más abiertas y tienen una mayor comunicación; incluso, hablan de tópicos como el sexo premarital, el aborto y la homosexualidad, más que las uniones comunes. Pero además de ello, es importante recalcar la edad de los participantes: según un estudio realizado por el Instituto Mexicano de Sexología y la Asociación Mexicana para la Salud Sexual, se trata de personas casadas, mayores de 30 años, sin hijos, que viven en las grandes ciudades. Y es en este punto cuando llega la pregunta con mayúsculas: ¿las parejas son insatisfechas, infelices con su otra mitad? La respuesta inmediata parece ser sí, pero una investigación de la Universidad de California, reveló que 85% de las uniones swingers dicen haber mejorado su relación de pareja después de iniciarse en este estilo de vida, tanto en lo sexual como en lo afectivo.

El sondeo reveló también que su relación personal es más cálida e íntima, después de haberse convertido en “cómplices”, además de esposos.

Pero ojo, no todo es tan fácil como se ve, ya que existen ciertas reglas que hay que seguir. Las más básicas, y que piden la mayoría de los clubes son: está prohibido enamorarse, no intervienen los celos, todos los detalles de la relación deben contarse al cónyuge, no se debe actuar a escondidas y es necesario estar sano físicamente, sin contar que es imprescindible el uso obligatorio del condón y las pastillas anticonceptivas. Un segundo punto que debe considerarse, y tal vez el más importante, es que ambas partes estén de acuerdo, pues de lo contrario puede prestarse a verdaderas infidelidades, lo que rompería por completo el concepto del swinger.

Lo cierto es que cada quien tiene la posibilidad de optar o no por el cambio, y más ahora que con sólo ingresar en Internet, se tiene frente al monitor una gama incontable de clubes. Probablemente muchos no están preparados, pero podemos citar a los sociólogos Lake y Hill para terminar el texto:"No hay duda que la vida de una alta proporción de hombres y mujeres casados se ha visto enriquecida y ha cobrado sentido gracias a las relaciones sexuales secretas."

Fuentes: Gould, Terry. A LOOK A T THE EROTIC RITES OF SWINGERS/ North American Swing Clubs Association/ periódico Reforma y swingersmexico.com

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