Si, se trata de una condición normal. Es muy común que las jóvenes, durante la pubertad, tengan senos o pezones diferentes.
En general, la asimetría parece ser un principio regular en el cuerpo humano.
Al compararse los ojos, las manos o los pies de una misma persona resulta que tienen diferente forma y tamaño. Algunas mujeres se preocupan al notar este fenómeno entre sus senos porque temen padecer alguna enfermedad; pero a esa edad rara vez suelen ser un síntoma de ellas.
Otras temen por razones estéticas, pero la diferencia es imperceptible a simple vista. Los ejercicios, suplementos y dietas no cambian la forma o su tamaño.
Sólo puede lograrlo la cirugía plástica, que no es recomendable sino hasta la edad adulta y sólo en contados casos. Un varón también puede preocuparse sin razón por la forma de su pene o los testículos.
Es curioso notar que, visto en detalle, el cuerpo humano no está tan proporcionado como nos hace pensar la primera impresión.
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