¿Es posible adquirir una infección vaginal en un sanitario público?

Cuenta una historia que cuando Dios hubo creado a Adán y Eva les dijo:

- Sólo me quedan dos regalos: Uno es el poder de orinar estando de pie...

- Yo!!!,Yo!!!, Yo!!!,- dijo Adán - Yo lo quiero, por favor Señor, por favor, por favor, por favor... eso me facilitaría la vida substancialmente.

Eva asintió, diciendo que esas cosas no tenían importancia para ella.

Dios le dio a Adán el regalo. Adán gritó de alegría, corría por el jardín del Edén meando en todos los árboles y corriendo por la playa haciendo dibujos meando en la arena.

Dios y Eva contemplaban al hombre loco de felicidad y Eva preguntó a Dios

- ¿Cuál es el otro regalo?

Dios contestó:

- Los orgasmos múltiples.

Lo que le quita la gracia a la historia es que al parecer las mujeres están condenadas a tener que utilizar el sanitario sentadas. Lo que ocasiona que muchas se pregunten si es posible contagiarse de alguna infección vaginal al utilizar un sanitario que no es el propio y del que no están seguras si ha sido debidamente desinfectado.

Las infecciones vaginales pueden ser micóticas o bacterianas. Como la vagina es un ambiente cálido y húmedo propicio para los hongos, cuando dichas condiciones aumentan o ciertos cambios hormonales lo provocan, se reproducen y causan una infección, por lo cual es casi imposible contraer una micosis en un escusado ajeno. Las bacterianas son el resultado del desbalance del ambiente ácido dentro de la vagina donde las bacterias "buenas". Si organismos insalubres las afectas, se multiplican creando un cuadro bacteriano infeccioso. En realidad, en un baño público es poco común que te pongas en contacto con otros fluidos de otra persona que presente una infección - salvo que salpiques tus genitales con los residuos de las micciones que dejó en el agua del retrete esa persona o pongas tu vulva en contacto directo con un asiento que alguien dejó rociado.

Experimentos han comprobado que las puertas de los baños, sus manijas y las llaves del agua contiene más bacterias que los retretes. Es así que si abres o tocas el pasador de la puerta, y con la misma mano te limpias, envías todo ese cultivo directo a tus genitales. Ésa es la mayor causa con una infección de ahí, no por el mero hecho de haberte sentado.

Es recomendable que no tocar directamente las puertas de los baños, quizás usando un pedazo de papel, y utilizar los protectores, también de papel, sobre la taza si piensas sentarte.