¿Es cierto que si te masturbas demasiado, algún día se te acabarán los espermatozoides?

Esa afirmación es uno de tantos mitos y leyendas que se han creado en torno a la masturbación, cuyo único peligro real es que se convierta en una conducta compulsiva y aísle a la persona. Hoy en día se sabe que no es necesariamente un sucedáneo de las relaciones sexuales para quien no desea tenerlas; se trata de una forma distinta de obtener satisfacción y a la cual recurren incluso personas con una pareja sexual activa. Los espermatozoides se producen en un proceso continuo, no se trata de una reserva susceptible de agotarse por la eyaculación. La pregunta toca un tema que preocupa a muchos hombres: la cantidad de semen que se produce.

El volumen se reduce cuando el lapso entre una y otra es demasiado corto, y también disminuye con la edad, pero no por la masturbación. Se recomiendan algunos métodos para tener más semen: consumir productos ricos en zinc, como nueces y semillas. El zinc es vital para la producción de la testosterona, que influye en el volumen de los espermatozoides y contribuye a tener una próstata sana. Una manera fácil de obtenerlo es ingerir a diario un puño de pepitas.

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