¿Cómo distinguir entre un bebedor social o un alcohólico?

Es común que la idea de un adicto promedio sea la de un adulto de 40 años que apenas puede sostenerse en pie, sin embargo, son los adolescentes y jóvenes quienes desarrollan más adiciones.

Estas son las categorías en las que se puede encasillar a los bebedores.

Joven adulto. Tiene entre 20 y 40 años. No bebe con frecuencia, pero cuando lo hace pasa varios días ebrio. Deja de lado a la familia, las responsabilidades y el trabajo.

Joven antisocial. De una edad de 26 años. Manifiesta problemas de desorden de personalidad, toma desde los 15 y es adicto desde los 18; fuma tabaco y marihuana.

El funcional. Adultos económicamente productivos con relaciones afectivas estables, buenos ingresos y alto nivel académico. Beben a diario y consumen cinco copas cuando la ocasión lo amerita.

El intermediario. Comienza a consumir alcohol a los 17 años y consolida su adicción a principios de los treinta.

Crónico severo. Se trata de los menos comunes: hombres, en su mayoría divorciados, que también consumen drogas ilícitas.

En cualquiera de los casos anteriores, la dependencia al alcohol debe entenderse como una enfermedad seria que tiene un impacto contundente en la salud. Si te identificas con alguno de estos grupos o tienes problemas con tu forma de beber, consulta a un especialista en busca de ayuda.

¿El consumo de chocolate provoca acné?

Aunque es una creencia popular muy extendida, los más recientes hallazgos  de los especialistas sostienen que el chocolate no es la causa del problema.Aparte de factores hereditarios, el elemento de la dieta más peligroso en ese sentido es el pan blanco y, en general, las harinas refinadas.

El excesivo consumo de éstas eleva la producción de azúcar en el organismo; ésta provoca un incremento en los niveles de insulina, sustancia que a su vez, incrementa la secreción de testosterona.

El exceso de la hormona masculina hace que los poros segreguen abundante sebo, se obstruyan y aparezcan los desagradables comedones. Lo mejor para combatirlos es seguir una dieta baja en carbohidratos.

Evita las úlceras

El proceso de la digestión es bastante sencillo; masticas y tragas la comida, y después ésta viaja desde el esófago a tu estómago. Ahí el ácido clorhídrico y una enzima llamada pepsina la digieren. Luego la comida pasa a la parte superior de tu intestino delgado (duodeno), donde continúa la digestión.

Cuando se tiene una úlcera, se forma una llaga en el revestimiento de tu estómago o duodeno, y ahí el ácido corro el revestimiento. Los médicos recomiendan algunos cambios en el estilo de vida para que las úlceras cedan y se reduzcan las posibilidades de volver a sufrirlas, e indican lo siguiente:

Usa un antiácido sin receta médica: estos productos no te van a curar, pero sirve como tratamiento momentáneo para descansar de los síntomas.

No tomes leche: considerada como calmante, ahora se ha establecido su efecto contraproducente. Aunque amortigua el ácido durante algún tiempo, en realidad estimula una mayor secreción ácida estomacal, causando más dolor.

Evita la cafeína y los cítricos: estos pueden hacer que las úlceras existentes se curen más lentamente.

No consumas hierro: éste es un irritante gástrico; las personas que lo consumen podrían tener muchas alteraciones si padecen de úlcera gástrica.

Se más expresivo: ciertas evidencias indican que la gente frustrada y que no expresa lo que siente, tiene más posibilidades de padecer úlceras.

Con los ojos morados

Cuando era niño solía pelear con un grupo de compañeros en la escuela que solían ser los que molestaban a todos. Por separado no eran muy valientes, pero juntos, no podías con todos a la vez. Cada cierto tiempo se metían con alguien en particular y por lo general la cosa terminaba en golpes. Cuando era mi turno no me quedaba más remedio que aceptar la pelea y esperar no terminar tan mal. La peor golpiza que recibí, no sin antes noquear a dos, fue en la que terminé en el baño de niños con la cara empapada de los orines del piso. Nunca me dejé intimidar y respondí a los golpes en cuantas ocasiones fue necesario. Yo no era de peleas, pero si alguien quería pelear a golpes le respondía sin mucho dudar.
Fue cuando mis padres tomaron la decisión de meterme a estudiar Tae Kwon Do. Aun recuerdo las palabras del entrenador, del primero que tuve: “Saber pelear sirve para no hacerlo”; muy al estilo Karate Kid. Pero lo que decía tenía mucho sentido; desde que aprendí como defenderme y después a cómo atacar, simplemente dejé de entrar en conflicto con mis semejantes. A partir de ese tiempo me volví más pacífico, y no volví a tener los ojos morados.
Por cierto, si has padecido de tener los ojos color berenjena. Esto es lo que tienes que hacer para sanar:

Lo primero es aplicar hielo para constreñir los vasos sanguíneos y reducir el hematoma. Usa una bolsa de hielo durante 15 minutos y deja la piel se recaliente durante otros 10 antes de volver a aplicar.
El día después de aplicar hielo, sustitúyelo por compresas calientes para dilatar los vasos y mejorar la circulación en el área afectada. Si quieres usar un analgésico, evita la aspirina ya que es un anticoagulante. Ahora que si te haces moretones con frecuencia, y no necesariamente en los ojos, procura consumir alimentos que contengan vitaminas C y E.

…Ya no recuerdo la última vez que me pelé puño limpio, sin embargo diariamente tengo que controlar la ira al conducir, pero esa es otra historia.