Este es uno de los casos en los que se vinculan los aspectos subjetivos, reales, de la relación sexual y los simbólicos. En general, no existen razones anatómicas para que sea más placentero, pues el cuerpo de la mujer es siempre el mismo y la ruptura del himen (en caso de que exista) tampoco es un factor significativo.
Sin embargo, en la dimensión simbólica, el cuerpo de una virgen da lugar a las fantasías de poder e iniciación que pesan mucho en el inconsciente colectivo. Para muchos varones decir que ha tenido sexo con una virgen le proporciona autoafirmación y virilidad.
Existe, a pesar de ello, una tendencia de opinión contraria según la cual resulta mucho más placenteras las relaciones con una mujer que tenga experiencia, por lo cual, conozca trucos o atajos para conducir al hombre al clímax. Así que todo depende de la percepción que se tenga sobre la practica de la sexualidad.
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