Los hombres tienen la capacidad, no obstante resulta complicado, ya que la concepción de placer está muy vinculada a la eyaculación. Es decir, al pensar en orgasmos múltiples es común pensar en varias eyaculaciones en un mismo coito, cuando en realidad el orgasmo múltiple masculino se trata de tener varios orgasmos no eyaculatorios en el mismo “round”.
La técnica para lograr orgasmos internos, donde la glándula prostática vibra y genera una sensación muy placentera. No es fácil cuando se lleva toda la vida relacionando el clímax con la expulsión del semen. Se puede lograr reeducando al cuerpo y cambiando el ciclo de respuesta sexual.
Por medio de respiraciones y detectando el punto de no regreso, aquel momento en que ya no se puede detener la eyaculación, para que, al momento de sentirlo retirarse de la vagina y reanudar poco después, o bien, disminuir el ritmo. Esta interrupción va produciendo sensaciones internas donde el orgasmo se vuelve una implosión a diferencia de la explosión eyaculatoria.
Con la práctica, los músculos y respuesta neurológica del cuerpo amplían las posibilidades. Entonces se descubre que el orgasmo y la eyaculación son cuestiones, tanto fisiológicas como psicológicas, totalmente distintas.
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