Si consultas con un geriatra, te dirán que no existe eso de que una persona vieja tenga un olor a viejo. Este concepto no es más que un estereotipo. Sin embargo, quienes conoces a una persona de la tercera edad, sabe que su casa tiene un olor muy identificable.
Ese olor no está directamente relacionado con el proceso de envejecimiento, sino con el estado funcional de una persona y con su capacidad de bañarse y mantener su higiene personal. Sucede que un gran número de personas no tiene ya en buen estado su sentido del olfato, y no se dan cuenta de cuan fuerte son sus olores. Además, los medicamentos son excretados a través de la piel, lo que cambia los olores naturales.
Y por último, es probable que el olor sea diferente debido la proporción debido de grasas y músculos. Además, cada vez se es menos capaz de defenderse contra las bacterias que viven en la piel. Y si todavía tienes a tus abuelos... ¡HABLALES!!! o al menos enséñales a usar el Google+.
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