Aunque pueden existir diferentes causas, la más común es la interacción de andrógenos -principalmente la dihidrotestosterona- con receptores específicos del folículo piloso, que es la estructura donde nace el pelo.
A este padecimiento se le denomina alopecia androgenética.La dihidrotestosterona inhibe el crecimiento del folículo piloso al actuar en combinación con otras sustancias sobre las células que se encargan de la síntesis de proteínas que sirven para el crecimiento del cabello. Debido a esto, el citado folículo piloso se reduce de tamaño. A medida que se achica esa estructura vital, el ciclo de crecimiento del cabello se hace progresivamente más corto y el periodo de reposo y caída más largo. Así, el pelo se hace más delgado y corto y con una implantación menos profunda.
La alopecia masculina puede detectarse en individuos susceptibles antes de los 20 años o a principios de la tercera década de la vida. Las mujeres que toman anticonceptivos derivados de andrógenos pueden presentar este tipo de calvicie, aunque también es común después de la menopausia.
Existen muchas maneras de corregir la alopecia androgenética como el trasplante de cabello y los tratamientos hormonales. Sin embargo, hoy existen terapias, que evitan la disminución de folículo piloso y que han resultado muy exitosas.
[Foto: Emdot, (cc)]
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