Yo, y todos los hombres del mundo sabemos muy poco sobre lo que sienten las mujeres en ciertos días específicos del mes (… si, esos días que ellas mismas dicen que llegó Andrés). Por lo mismo, todos los hombres (los de verdad) les tenemos respeto, no, más bien, terror al síndrome post monstrual… ejem… quise decir menstrual.
Pienso que si de verdad los países quisieran que las guerras fueran cortas y efectivas, causando el mayor número posible de daño al enemigo, bastaría con que los ataques los realizaran únicamente mujeres con la regla sincronizada. No serían rival para para nadie. Y de ser así, ¿acaso es posible tal situación?
De acuerdo con los antropólogos, en la época de los cavernícolas, las mujeres tenían la tendencia de menstruar al mismo tiempo… durante la luna llena. Lo que animaba a los hombres a salir a cazar en la noche más iluminada del mes, en lugar de quedarse en cueva (es decir, en casa) a tener sexo.
El beneficio adicional era que si el grupo de mujeres menstruaba al mismo tiempo, era muy probable que quedaran embarazadas juntas, y, en caso de que alguna falleciera al dar a luz, cualquier otra podría amamantar a su bebé, lo que aseguraba la supervivencia de la especie.
Pero eso era en aquel entonces. ¿Qué pasa ahora que los hombres no van de cacería juntos en la luna llena, y si la mujer muere al dar a luz, se puede alimentar al cachorro de humano con una botella?
Muchos no entendemos que la civilización no ha acabado con los imperativos biológicos, los cuales duran mucho más tiempo después del que se les necesita. De tal manera que, las mujeres siguen expeliendo feromonas que reflejan su estado de ánimo, y como resultado, aquellas que viven o trabajan juntas, encuentran que sus ciclos menstruales convergen.
De hecho, un estudio demostró que al colocar el sudor de una mujer que contenía sus feromonas regularmente en donde otras podían olerlo, sus periodos pronto se sincronizaban, y eso sin que se conocieran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario