En contra: Por lo regular, las bañeras suelen ser pequeñas. Así que tendrán que pagar una noche en un hotel de lujo, o alguien terminará con los codos adoloridos.
<!-- google_ad_section_start –->La ducha. Es la opción que mejor se presta al jugueteo sexual. "Hay pocas cosas tan eróticas como enjabonar a tu pareja", dice Comfort.
<!-- google_ad_section_end –->En contra: Para disfrutarlo más, ambos deben tener estaturas similares, sino, ella tendrá que pararse en la punta de los pies, o tú, doblar las rodillas todo el tiempo.
En la piscina. "Es maravilloso sentir que estás flotando mientras haces el amor", dice Comfort. Esta ventaja no te la da la bañera de tu casa.
El problema: Aún no se tienen estudios que lo apoyen, pero Comfort tiene la teoría de que, durante la penetración, el cloro irrita las paredes vaginales. Además, sólo podrías hacerlo en una piscina privada, a menos que quieras acabar en la cárcel.
En la playa. "Además de que también puedes flotar en el agua, esta opción tiene la adrenalina extra de estar haciendo algo prohibido", dice Comfort. "Puedes quitarte el traje de baño y ponértelo sin que nadie se dé cuenta: si los ven, di que estaban haciendo un simulacro de salvavidas".
El problema: Hay gente que se queja de que la sal en el agua les pasa la factura después de la pasión, y pasan días sacándose sal y arena de todas partes. Una recomendación: no importa la opción que escojan, recuérdale a tu pareja que lleve un lubricante con base de agua, o la experiencia no va a ser tan placentera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario