Frecuentemente escucho tanto de amigos como de familiares, la queja de que por estar soñando toda la noche no pudieron descansar como se debía. Y el sueño les agobia durante todo el día. Entonces ¿será cierto que los sueños no permiten un descanso adecuado?
La realidad es que no todo el mundo necesita dormir el mismo número de horas. Cinco horas de sueño profundo y reparador suelen descansar más que ocho horas en las que aparezcan pesadillas o cualquier otro trastorno del sueño. Por esta razón, el cansancio al despertar suele ir asociado o bien a no haber dormido el número de horas que cada uno necesita o bien a algún trastorno del sueño que impide lo recuperación durante la noche de las energías perdidas en el día.
Soñar no cansa. Lo que ocurre es que, a veces, los sueños especialmente intensos no nos dejan descansar. Son signos de preocupaciones que continúan durante la noche y que afectan a la calidad del descanso. La sobrecarga de estrés y ciertas tensiones musculares conllevan sensación de cansancio al desertar.
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