¿Es posible quitar un tatuaje?

Le he dado muchas vueltas a eso de ponerme un tatuaje… porque no me decido cuál sería, porque en los empleos piden que no esté uno tatuado… por el dolor; en fin. Y de hacerlo ¿podría quitármelo?

La mayoría de los dermatólogos afirma que no completamente. Se supone que un tatuaje busca dejar una marca permanente, de allí la dificultad para retirarlo. Sin embargo, muchos de los métodos diseñados para ese propósito se han revelado efectivos. El éxito del procedimiento depende de factores como el tamaño, la localización, la facilidad de cicatrización de la persona, la forma en que se aplicó y, por supuesto, el tiempo de haber sido puesto (los más recientes son más difíciles de eliminar).

También importa el profesionalismo de quien hizo el trabajo. Un especialista sabe distribuir las tintas uniformemente en la misma capa de piel, mientras que un aficionado emplea concentraciones distintas en diversos estratos. Otro punto significativo es la tinta empleada, pues se estima que hoy en día hay más de cien productos para remover los tatuajes. El método más común se basa en el rayo láser. Toma varias sesiones lograrlo, son dolorosas y hacen necesaria la aplicación de anestesia y antibióticos.