Un estudio aplicado a mujeres adultas premenopáusicas encontró que quienes promedian 4.6 horas extra a la semana de ejercicio moderado (como trotar) o siete horas por semana de una actividad ligera (como caminar) podrían ver reducido su riesgo de desarrollar cáncer de mama en un 90/o, en contraste con las mujeres sedentarias, de acuerdo con un reporte del Journal óf the National Cancer Institute. La actividad disminuye los niveles de hormonas que amplifican el riesgo de desarrollar cáncer de mama, como el estrógeno y la insulina, explica el investigador principal del estudio, Graham Colditz.
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